Boti: Byteland Overclocked

Boti acaba de llegar a Byteland y pronto va a empezar a irse un poco por su izquierda. ¿Adivináis a quien es el primero a quien enmarronan? Exactamente, al robot nuevo que acaba de llegar, y a nosotros por proximidad.

En Boti: Byteland Overclocked, te metes en la piel de Boti, un simpático bot de datos con la importante tarea de salvar el mundo de Byteland de los fastidiosos bugs, virus y glitches que lo han invadido. La trama es ligera con un toque humorístico y desenfadado. Los personajes son adorables y los diálogos, ingeniosos, aunque en ocasiones pueden llegar a resultar molestos. La historia no pretende ser un tratado filosófico, sino una excusa para que te sumerjas en un mundo lleno de niveles de plataformas en donde perderte buscando bytes y coleccionables.

Los controles son de lo más clásicos para el género, permitiéndote moverte, saltar, planear y deslizarte, entre otras cosas. Además, añade un toque de originalidad con secciones de ritmo musical y el uso del magnetismo, aunque esta mecánica no acaba de estar muy bien implementada, pero es bastante ingeniosa. Estos elementos le dan un giro de jugabilidad y añaden un toque extra. Los controles son suaves y se pueden personalizar. Puedes jugar con teclado y ratón o con mando, aunque para un juego de plataformas siempre es muy recomendable un buen mando. Además, cuenta con un modo cooperativo, tanto local como en línea, que añade aún más diversión al juego. El modo cooperativo es una experiencia bastante divertida que te permite compartir la aventura con un amigo.

El aspecto gráfico es una oda al color y la vitalidad, recordándonos a los juegos de plataformas clásicos. Los niveles están inspirados en el mundo de la informática y la tecnología, ya sea antigua o moderna, y su diseño creativo y variado es muy bonito. El estilo low-poly le da un toque retro y entrañable que nos transporta a los días de Nintendo 64 recordando al ya clásico, Starshot: Space Circus Fever. Los personajes son bastante descacharrantes y sus animaciones son muy fluidas.

La ambientación es tan original como entretenida, fusionando elementos de la informática con un toque de fantasía y un toque de… bueno, un poco de locura. Los niveles están llenos de detalles y referencias a la cultura geek, desde memes hasta programas informáticos famosos. El tono general es alegre y optimista, invitándote a explorar cada rincón y a coleccionar todo lo que encuentres. La ambientación del juego logra sumergirte por completo en su mundo, o al menos, lo intenta con mucho cariño.

La música es una de las joyas de la corona, ya que se adapta perfectamente al ritmo y el estilo del juego. La banda sonora está llena de temas electrónicos pegadizos y variados que se ajustan a cada nivel y situación. Y hay secciones musicales donde la música se convierte en parte del juego, y tienes que seguir el ritmo para avanzar por toboganes musicales bastante divertidos y que ponen a prueba tus habilidades.

En cuanto a problemas, Boti: Byteland Overclocked no es perfecto, por ahora. A veces, el personaje puede quedarse atrapado en un objeto o caer al vacío sin motivo aparente, y la IA no brilla por su inteligencia realmente. También pueden surgir problemas con la cámara o la física del juego, lo que puede llevar a situaciones extrañas o momentos frustrantes. También hubo algún fallo critico que obligó a reiniciar el juego. Pero como siempre, estos problemas no impiden que te diviertas, y esperamos que se solucionen en futuras actualizaciones.

En resumen, Boti: Byteland Overclocked es un homenaje encantador a los clásicos de las plataformas 3D, ofreciendo una experiencia variada y desafiante con bastantes coleccionables y curiosidades que puedes disfrutar tanto en solitario como en compañía. Su estilo gráfico, su banda sonora y su mundo artístico únicos le dan personalidad y encanto a pesar de sus fallos, no deberías perderte este juego si eres un amante de las plataformas 3D.

Puedes encontrarlo solamente en Steam por 19,99€.

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